domingo, 7 de agosto de 2011

Carlos Alonso




















... cuando las ideas o el propio mundo personal, ideológico, sensible, empieza a quedarse vacío o necesitás renovar la energía o la mirada, la naturaleza siempre me sirvió para empezar de nuevo.

Hacía mucho que no sentía el placer de poder pintar la pintura. Poder despojarme de todos estos mensajes fue una verdadera liberación. Es como renacer de las cenizas.

...recuerdo una frase muy significativa de Gauguin: "Yo quisiera que mi pintura se acerque más al mamarracho que a las obras clásicas"... si era legítimo para Gauguin puede seguir siendo legítimo que su tiempo eija del lenguaje una actitud menos severa, menos esteticista,o sea más vital, más subversiva, en fin. Es la juventud la que va encontrando cuál es el mundo que quiere reflejar y qué parte de ese lenguaje heredado tiene validez y qué parte hay que reinventar...

...me siguen emocionando aquellas cosas auténticas, hechas con criterio totalmente a contracorriente, siempre trabajé a contrapelo. Es lo que me movilizó siempre. Siempre pensé: tengo que dibujar lo que no está dibujado, tengo que pintar lo que no está pintado.

Spilimbergo decía que "la resistencia del material templa el espíritu". Es como la resistencia que puede tener el lenguaje, el idioma. Trabajar con la resistencia del material es parte de templar la propia expresividad.

Los pintores vivimos la mayoría de nuestra vida en soledad. Soledad y silencio son parte de la materia de nuestro trabajo. Por lo menos del mío.

Si hay un consejo que les doy a los chicos que me traeb dibujos es: "ponete frente al espejo y te va a ayudar a saber muchas cosas de vos, no solamente de tu rostro, sino de quién sos".

...parte de la trscendencia a la que aspira el arte: seguir viviendo en los ojos de los demás.