“… es como esa amiga palestina que me envió por celular un mensaje escrito que decía: «¿la diferencia entre optimismo y esperanza? En ausencia de esperanza lo que queda es una entereza inextinguible». Sí. La esperanza tiene un corazón generoso, es una respuesta en la oscuridad y puede nacer justo cuando todo parece perdido”.
“De modo natural, la igualdad viene aparejada a la frugalidad. El verdadero compartir ocurre cuando hay muy poco. Y ese verdadero compartir no implica compartir únicamente los pocos o pequeños pedazos de algo compartible. Lo que en el fondo se comparte es el mismo acto de compartir. Lo cual es de un enorme valor humano. Junto con compartir lo escaso, lo frugal, llega también la posibilidad de compartir decisiones”.
“Una visión alternativa de la esperanza es aquella que implica anhelar con toda nuestra fuerza el infinito, ahora. Esto significa devenir y no sólo ser pasivamente. Este devenir, transformarnos, implica aspirar a algo que aparentemente no es inmediato. Tal vez es algo que trasciende cualquier inmediatez y tiene que ver con lo eterno”.
“…lo eterno no es algo que debamos aguardar, es algo que se hace presente en esos fogonazos momentáneos de conexión”.
“…Y aunque son frecuentes los momentos que contienen lo eterno de algún modo, casi todos ellos son extremadamente duros, y pueden implicar sacrificio, dolor, un dolor compartido, y fatigas, fatigas, fatigas, porque la vida es muy dura”.
“No todos los deseos conducen a la libertad, pero la libertad es la experiencia de un deseo que se reconoce, se asume y se busca. El deseo no implica nunca la mera posesión de algo, sino la transformación de ese algo. El deseo es una demanda: la exigencia de lo eterno, ahora. La libertad no constituye el cumplimiento de ese deseo, sino el reconocimiento de su suprema importancia”.
"…la fotografía es un impulso espontáneo, resultado de estar permanentemente mirando, que atrapa el instante en su eternidad".
«Desde D. H. Lawrence no ha existido un escritor capaz de ofrecer al mundo tal atención sobre los problemas humanos más disímiles, con una sensualidad que no renuncia a los imperativos de conciencia y responsabilidad.» Susan Sontag.